Miley Cyrus con Floyd

Muere Floyd, el Perro de Miley Cyrus – Como superar la muerte de tu mascota

Tras la reciente muerte de Floyd, uno de los perros de Miley Cyrus a través de la red todos los seguidores de  la cantante y amantes de los animales  lloran su perdida con ella enviándole millones de mensajes de apoyo y el hashtag #RIPFloyd ha invadido su Twitter y su Instagram.

BkMUvgQCAAEKd62Floyd acompañaba a Miley desde que era cachorro y ella continuamente lo estaba mostrando en las redes sociales los momentos que ambos compartían, durmiendo juntos, abrazándolo y besándolo, tanto era el amor que le profesaba que en su Bangerz Tour pidió que el fondo del escenario fuese una figura gigante de su amada mascota.

Aunque aparentemente Floyd pueda parecer un cachorrito de Husky Siberiano, en realidad es un Alaskan Klee Kai, una modificación genética de esta raza de menor tamaño, pensada para que pueda vivir mucho más cerca de los humanos compartiendo el hogar; es de un carácter al que le gustan mucho los niños con lo que se convierte en una mascota perfecta para convivir en familia. Floyd llevaba con ella desde el 2011.

Deseamos que Foyd pueda descansar en paz y enviamos muchos ánimos a Miley Cyrus.

Como superar la muerte de tu mascota

Para poder entender el duelo que nos produce la perdida de nuestro perro hay que comenzar por todo que él puede aportar a nuestra familia.

Nos enseña a cómo cuidar del otro, ya que al no ser autosuficiente, dependerá totalmente de nosotros.

Nos permitirá poder manifestar nuestros afectos y nuestra mayor sensibilidad, ternura y cariño, permitiendo que le acariciemos y amemos enseñándonos como querer y ser generosos con  otros.

A través de cómo enseñarle buenos hábitos y normas, él nos enseña a poner en practica nuestros conocimientos.

Nos enseña a entender el ciclo de la vida, especialmente en el caso de los niños que podrán aprender que al igual que todos nacemos también moriremos alguna vez.

Duelo Patológico

Para pode superar la muerte de nuestro perro,  el principio de la curación está en poder vivir la pena, si no vives el duelo y lo eludes, este puede convertirse en un duelo enfermizo, generando un bloqueo emocional que podría llevarnos a no desear querer tener más perros en la vida para no pasar de nuevo por tanta tristeza, con lo que al negarnos el dolor también nos estamos negando el amor. Es aconsejable que cuando nuestro perro tenga ya una edad avanzada se integre en la familia un nuevo miembro perruno para que este pueda aminorar el dolor de la perdida de nuestro compañero perdido.

Las reacciones ante la muerte de nuestro mejor amigo pueden ser tan diferentes   como diferentes son las personas, pero suele haber unas pautas que se repiten dependiendo de la etapa de la vida en la que nos encontremos.

Según la etapa de nuestra vida como vemos la muerte de nuestra mascota

La pérdida para el niño:

Si es de corta edad (preescolar) va a pensar que la muerte de su mascota va a ser temporal igual que habitualmente ve en los dibujos animados, por lo que será necesario que le enseñemos que  en realidad está asistiendo a la despedida de fiel amigo, lo puede ver sin vida, acariciarlo y ayudar a enterrarlo para que pueda aceptar el trance y que no queden dudas en él.  Si tiene mayor edad lo entenderá como un adulto pero puede que niegue que esto le ocurra a alguien cercano a él, por lo que para que tenga una aceptación del hecho menos dolorosa es importante el poder prepararle de antemano siempre diciéndole la verdad y explicarle que el perrito está muy enfermo y las consecuencias que ello podría tener.

La pérdida en una pareja sin hijos:

En estos casos sin descendencia propia, la mascota habitualmente pasa a convertirse en un verdadero hijo, por ello será imprescindible el poder evaluar y rescatar todos los valores que nuestro gran amigo nos entregó día a día, poder ser agradecidos  de poder haber compartido nuestra vida con él y llenar el vacío que nos deja volcando nuestro amor hacia un nuevo integrante perruno, ya que solo así podremos aminorar nuestra tristeza y así daremos la felicidad y nuestro amor a un nuevo ser vivo.

La pérdida y el dolor en un anciano:

Es una imagen muy habitual el ver pasean por las calles a dos viejos amigos, uno camina con correa y el otro a paso lento ayudado con un bastón.

Cuando desaparece la mascota de un anciano es muy fácil que este caiga en un estado de absoluta tristeza, por eso cuando el que tenga se vaya haciendo viejito es necesario regalarle al abuelo otro segundo nieto de cuatro patas, especialmente que tenga una edad mediana y bien educado, de forma que la alegría del nuevo amigo facilite la aceptación y duelo por la muerte de su amigo de tantos años.

Aceptación de los ciclos de la vida:

Cierto es que sabemos cuándo nacemos, pero jamás conocemos cuando vamos a morir, por ello hay que saber aprovechar cada nuevo día que nos llega y más aún si es al lado de tan excelente amigo como lo es nuestro perro, valorarlo cuando lo tienes junto a ti y saber  darnos cuenta de lo que hemos tenido una vez que lo hemos perdido.

El principio de curación del duelo por su perdida es vivir la pena y el dolor que nos produce su perdida, evadir este duelo puede desencadenar una rigidez emocional.

Duelo adelantado:

Si nuestro perro muere durante una larga enfermedad en la que se pronostica que no va a sobrevivir, durante esta enfermedad ya iremos atravesando las fases del duelo con lo que habremos tenido tiempo de poder asimilarlo.

miley-cyrus-lax-floydFases del duelo

Estas son equiparables a las que se experimenta cuando se pierde a un ser querido y aunque cada persona la puede vivir de manera diferente si se pueden distinguir varias fases en el proceso de recuperación por la muerte de nuestro perro y es importante distinguirlas, aceptarlas y asumirlas para tener una mejor ayuda en el proceso de aceptación de la muerte de nuestro perro.

Fase de Negación:

No suele durar mucho suelen ser minutos y horas, dependiendo del lazo que la persona mantenga con su perro, la persona puede estar inapetente, deprimido y triste

Es un estado de shock que no permite valorar ni asimilar la perdida ya que el dolor es demasiado intenso pudiendo pensar que la muerte del animal no es real io se trata de un error, jugando con la fantasía de que su perro pueda aparecer en cualquier momento por la puerta.

Fase de Ira y protesta:

Es la que se presenta cuando por fin asumimos la muerte del perro y como mecanismo psicológico de defensa se puede producir una reacción de agresividad o de ira, esto es típico en los humanos cuando se les hace daño, en este caso un daño psicológico.

Fase de Culpabilidad:

En esta fase se buscan responsables a quienes atacar, hay un sentimiento de rabia contra las personas más cercanas e incluso se puede presentar ira hacia el perro que se ha ido, se buscan las causas de la muerte por si podemos achacarlo a algún fallo en nuestro comportamiento, suelen ser sentimientos irracionales, pero muy normales en esta fase.

Fase de Negociación:

En este periodo del duelo la persona fantasea con ideas de poder recuperar a su perro, con fantasías como que si hacemos algo especial nuestro perro pudiera aparecer, las personas religiosas suelen acudir a su Dios para poder encontrar consuelo y los momentos vividos con el animal pueden volverse casi una obsesión.

Fase de Depresión:

Los sentimientos de tristeza y decaimiento nos invaden, se puede presentar inapetencia y dificultad para conciliar el sueño, en esta fase es cuando más nos cambian los esquemas mentales para poder readaptarnos a la rutina de la vida diaria.

Fase de Aceptación:

Los síntomas tanto físicos como depresivos se van suavizando, la mente vuelve a funcionar, se vuelve uno más resolutivo como que hacer con su cama y sus juguetes etc… y vamos reconstruyendo nuestra vida sin él, incluso se puede comenzar a hacer planes para el futuro que pueden incluir la incorporación de un nuevo perro en nuestra vida. Aconsejamos no introducir un nuevo perro hasta que no nos encontremos realmente preparado para ello y evitar siempre  las comparaciones ya que cada perro es único. Aunque la tragedia y tristeza de perder un ser tan querido nunca se olvida si cada día nos será más soportable.

Will Rogers dijo: “Si los perros no van al cielo, cuando muera quiero ir a donde ellos van”

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